Cuando las personas terminan su ciclo laboral, suelen tomar la decisión de usar este tiempo para cuidarse, para practicar algún deporte, realizar viajes, leer, pasar más tiempo con su familia y descansar. Pero, ¿alguna vez te has planteado dónde quieres pasar tus días de jubilación? En este artículo de OIKOS Constructora queremos contarte por qué hacerlo fuera de la ciudad puede ser una gran opción y aún más si es en Fusagasugá. ¡No dejes de leernos!
La vida en la ciudad tiene su encanto… pero también sus desventajas. Tráfico interminable, ruido constante, contaminación, altos costos, inseguridad. Ahora que por fin tienes tiempo para ti, ¿realmente quieres seguir soportando todo eso? Alejarte de la ciudad caótica no solo te ofrece paz: puede transformar por completo tu salud, tus finanzas y tu bienestar emocional. Estas son las ventajas más sólidas de hacerlo:
Según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud, el ruido urbano sostenido por encima de los 55 decibeles puede generar efectos adversos en la salud, como trastornos del sueño, estrés crónico e incluso problemas cardiovasculares. Alejarte del caos urbano significa vivir en entornos donde el aire es más limpio, hay menos tráfico y el silencio natural te acompaña. Respirar mejor y dormir mejor es vivir mejor.
Ejemplo real: en zonas como Fusagasugá, los niveles de material particulado (PM2.5) son hasta un 60% más bajos que en Bogotá, lo que reduce riesgos de enfermedades respiratorias crónicas como EPOC o asma.
En la ciudad, muchas veces dependes del ritmo ajeno: del transporte, del tráfico, de los horarios, etc. En cambio, en espacios más tranquilos puedes establecer tu propio ritmo de vida sin estar a merced del estrés urbano. Estudios de la Universidad de Exeter (Reino Unido) señalan que las personas que viven en entornos rurales sienten mayor control sobre su día a día, lo que se traduce en mayor satisfacción y menor ansiedad.
Las grandes metrópolis están llenas de estímulos: pantallas, luces, bocinas, aglomeraciones. Todo eso, aunque no lo notes, desgasta tu atención y tu energía. En un lugar más sereno, puedes practicar la atención plena con más facilidad, lo que favorece la salud mental. Estudios publicados en Frontiers in Psychology han demostrado que quienes viven en contacto con la naturaleza tienen una mayor capacidad para concentrarse y menos probabilidades de desarrollar trastornos cognitivos en la vejez.
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Cuando te jubilas, la calidad de vida deja de medirse en velocidad y empieza a medirse en calma, salud, relaciones y tiempo para ti. Los entornos rurales o semirrurales tienen todo lo que necesitas para vivir esa etapa con plenitud: no se trata solo de “vivir bonito”, sino de vivir bien, en el sentido más profundo. Aquí te explicamos cómo estos lugares elevan tu bienestar real, con beneficios que muchas veces pasan desapercibidos:
Ritmo de vida que favorece la salud integral: lejos de las prisas y el ruido, tu cuerpo se regula de forma natural. Puedes despertarte con la luz del sol, comer sin estrés, caminar sin miedo y dormir sin sobresaltos. Ese equilibrio constante ayuda a reducir la presión arterial, regular el metabolismo y mejorar el sistema inmune.
Mayor conexión social y emocional: en estos entornos, las relaciones son más cercanas, el sentido de comunidad es fuerte y la soledad es menos frecuente. Puedes hacer parte de actividades comunales, participar en grupos culturales, ayudar en una huerta urbana o simplemente compartir una tarde con los vecinos sin sentirte como un extraño. Esta cercanía emocional impacta directamente en tu bienestar.
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Contacto frecuente con lo esencial: vivir en estos ambientes te permite reconectar con lo esencial: la comida fresca, el aire puro, el cielo estrellado. Cosas que en la ciudad se vuelven lujos aquí son parte de tu día a día. Esto no solo te da bienestar emocional, sino también una sensación de plenitud y gratitud que impacta en tu salud mental.
Menor exposición a estímulos tóxicos: en espacios urbanos estás expuesto todo el tiempo a factores que desgastan: pantallas, bocinas, publicidad, agresividad, prisa. En cambio, en un entorno natural, tu sistema nervioso descansa. Puedes concentrarte más, disfrutar del silencio, recuperar tu creatividad o simplemente vivir el presente. Eso, aunque no lo midas en cifras, es salud de verdad.
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Vivir tranquilo no significa dejar de ser estratégico. Al contrario: jubilarte fuera de una gran ciudad puede traerte oportunidades muy reales, no solo en el día a día, sino también pensando en tu patrimonio, tu legado y tu capacidad para disfrutar más con menos. A continuación te compartimos algunas de las ventajas monetarias más importantes:
Tu dinero rinde mucho más: los costos básicos (alimentos, transporte, servicios públicos, arriendo o administración) suelen ser entre un 20 % y un 40 % más bajos en municipios intermedios o rurales. Eso te permite vivir bien con el mismo ingreso, e incluso darte ciertos gustos que en la ciudad se sienten como lujo.
Puedes comprar vivienda propia: con el mismo dinero que pagarías mensualmente por un arriendo modesto en una ciudad principal, puedes pagar la cuota de un apartamento nuevo, cómodo y con zonas comunes en una ciudad más pequeña. Eso te permite transformar un gasto en una inversión y asegurar un lugar estable para vivir sin preocuparte por aumentos anuales o desalojos.
Por ejemplo: en Bogotá, un arriendo para un apartamento de 34 m² puede superar los $1.500.000 pesos colombianos. En Fusagasugá, puedes pagar una cuota mensual similar por un apartamento propio de similares o mejores características en un proyecto VIS como OIKOS Entreverde.
Tu propiedad se valoriza con el tiempo: muchas personas creen que comprar fuera de la ciudad implica renunciar a la valorización… y es justo lo contrario. En ciudades como Fusagasugá, que están creciendo en infraestructura, conectividad y servicios, el precio del metro cuadrado ha subido año tras año. Esto significa que, con el paso del tiempo, tu inversión gana valor. Y eso no solo te beneficia a ti, sino también a tu familia.
Construyes un patrimonio para ti y para los tuyos: más allá de ahorrar, al invertir en vivienda fuera de la ciudad estás dejando un activo que puede ser heredado, arrendado o incluso vendido en el futuro. Esto representa seguridad no solo para ti, sino también para tus hijos o nietos, que sabrán que tomaste una decisión inteligente, sostenible y con visión.
Tu entorno no es solo el lugar donde vives: es un factor que moldea tu salud, tu estado de ánimo y hasta tu esperanza de vida. Durante la jubilación, el ambiente que te rodea puede hacer la diferencia entre vivir con bienestar o arrastrar malestares evitables. Y cuando decides salir del ruido, del concreto y del exceso de estímulos de la ciudad, los beneficios son más profundos de lo que imaginas. Descubre algunos de ellos a continuación:
Bajos niveles de cortisol: la hormona del estrés tiende a mantenerse elevada en entornos urbanos debido al ruido, la sobreestimulación visual, la falta de espacios verdes y el ritmo frenético. Según un estudio de la Universidad de Stanford (2015), las personas que pasan al menos 90 minutos al día en entornos naturales presentan una actividad cerebral relacionada con la preocupación significativamente menor. Eso se traduce en menos presión arterial, mejor digestión y más energía.
Mejor oxigenación cerebral: en lugares con menos polución, tu cerebro recibe más oxígeno y menos partículas contaminantes, esto mejora la concentración, la memoria y la capacidad de razonamiento. Un estudio publicado en Environmental Health en 2022 demostró que personas mayores que viven en zonas con buena calidad del aire tienen un 14 % menos de riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve. Es decir: más claridad mental, más autonomía, más tiempo disfrutando.
Regulación natural del ritmo circadiano: los ciclos de sueño y vigilia están muy ligados a la exposición a la luz natural. Las ciudades, con su iluminación artificial, el ruido nocturno y la falta de ventanas al cielo, alteran ese ritmo. Pero en un entorno más abierto, tu cuerpo vuelve a sincronizarse con la luz del día, ayudándote a dormir mejor, despertarte con energía y tener un metabolismo más equilibrado.
La idea de mudarte a un lugar más tranquilo suena maravillosa, sí, pero hacerlo bien requiere planificación. No se trata solo de empacar maletas: hay factores esenciales que debes tener en cuenta para que tu jubilación fuera de la ciudad sea cómoda, estable y duradera, como:
Es vital que verifiques qué clínicas, hospitales y centros médicos hay cerca del lugar donde planeas vivir. No basta con que existan: asegúrate de que atiendan tu EPS o medicina prepagada, y de que haya transporte ágil en caso de una urgencia. Muchos municipios intermedios como Fusagasugá tienen hospitales de segundo nivel, además de servicios domiciliarios y especialidades básicas.
No necesitas estar en el centro de una capital para estar bien ubicado. Pero sí es importante que haya vías en buen estado, transporte público local o intermunicipal, y conexión razonable a ciudades más grandes. Esto facilita las visitas familiares, las compras especiales y cualquier trámite que debas hacer fuera.
Antes de realizar la mudanza, revisa si el lugar cuenta con servicios de agua potable, energía, gas, recolección de basuras, internet y señal de celular. En muchos municipios ya hay fibra óptica, pero es mejor confirmar, sobre todo si piensas mantener contacto virtual con familia o hacer telemedicina.
Una cosa es el lugar físico, y otra es la gente que lo habita. Pregúntate: ¿te gustaría vivir en un sitio con otros pensionados, con familias jóvenes, o con población mixta? Esto influye en tu estilo de vida, tus actividades sociales y tu sensación de pertenencia.
Evalúa qué tipo de inmueble te conviene más. Muchas veces, los proyectos VIS nuevos en zonas semiurbanas te ofrecen más garantías: construcciones modernas, zonas comunes, legalidad clara y posibilidad de acceder a subsidios. Esto puede darte más tranquilidad que una finca usada que necesite arreglos.
Después de leer todo lo que implica jubilarte lejos de la ciudad, menos estrés, mejor salud, mayor calidad de vida y beneficios económicos reales, la pregunta es: ¿por qué no dar el paso? Si buscas un lugar donde cada día sea un regalo, donde el paisaje sea parte de tu casa y donde tu inversión esté respaldada por un proyecto sólido, ¡OIKOS Entreverde es para ti!
Este proyecto de vivienda en Fusagasugá sobre planos es una propuesta de vivienda VIS diseñada para brindarte bienestar, seguridad y valorización. Está pensado para personas que, como tú, desean vivir con calidad, rodeados de naturaleza y con todas las comodidades a su alcance. Estos apartamentos, que próximamente serán certificados como EDGE, no solo son funcionales y modernos, sino que están ubicados en un entorno que favorece la vida activa, el descanso y el disfrute.
Características destacadas del proyecto:
Área construida de 54.54 m² y área privada de 48.31 m², espacio perfecto para vivir cómodo sin excesos.
Tipología A, con opción de 3 habitaciones, o con estudio o con sala de estar
Balcones y ventanales amplios con vista a zonas verdes, ideales para leer, tomar café o simplemente respirar.
Piscina familiar e infantil, salón social y zona BBQ para que compartas con los tuyos sin salir de casa.
Senderos para caminatas y trote, parque infantil, área de lectura y zona de yoga, para que tu bienestar sea integral.
Ubicación estratégica con acceso rápido a Bogotá, Ibagué y otras ciudades cercanas.
Cuota inicial con plazo de hasta 25 meses, para que no pongas en riesgo tu pensión ni tu tranquilidad financiera.
Más allá de un apartamento, estás comprando calidad de vida. Un espacio propio que se convierte en refugio, en patrimonio y en recompensa por tantos años de trabajo. Con el respaldo de OIKOS Constructora, una empresa con más de 45 años de experiencia, tienes la garantía de estar tomando una decisión inteligente y segura.
Así que, ¡no lo pienses más! Visita nuestra sala de ventas de vivienda nueva en Fusagasugá ubicada en la calle 24 B, Vía Panamericana - Sentido Bogotá - Chinauta, conoce el proyecto, déjate enamorar por la vista, por el silencio, por el aire limpio. ¡Tu nueva vida empieza aquí, en un lugar que realmente te entiende!
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